1.El comienzo
Hellene Hiner
Traducción al Español por Lourdes García Esperón
Ilustraciones de Nikolai Krutikov
Traducción al Español por Lourdes García Esperón
Ilustraciones de Nikolai Krutikov
Todos podemos ser Músicos: Defensa de la Música
Los problemas con las clases de música actualmente y cómo pueden solucionarse.
“Denme un punto de apoyo y moveré la Tierra”
-Arquímedes
-Arquímedes
El comienzo
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Cuando tenía siete años de edad tuve mi primera amarga experiencia de desencanto. Yo absolutamente amaba la música, tanto que hasta soñaba con ir a una escuela de
música para aprender a tocar el piano.
Qué alegría cuando supe que podía entrar en una. Con mucho entusiasmo saboreaba la imagen de mis preludios y valses favoritos simplemente con el fluir de mis dedos. Pero las cosas no fueron tan fáciles… La Escuela de Música resultó ser una verdadera pesadilla.
Mi escuela de música en la ciudad de Ordzhonikidze, Ucrania.
Por horas fui atormentada con despiadadas hojas de música, caminando penosamente a través de las notas como si estuviera tropezando en una densa jungla. Mis dedos se rehusaban a hacer lo que yo deseaba: la música no sucedía. Mi profesora no se daba cuenta de nada y me ordenaba tocar con “expresión y belleza” ¡Oh! ¿solamente eso? Dónde diablos estaba la belleza de la que ella hablaba? Cómo podía escuchar yo la música que estaba tocando cuando solamente trataba de que mis dedos golpearan las notas correctas a tiempo.
Por otro lado, en la escuela, ¡yo era una estrella en las clases de música!
Podíamos bailar, palmear cualquier ritmo y aun cantar nuestras canciones favoritas. No se necesitaba partitura además de que todo era tan sencillo. Se trataba de dos clases de “Música”: una era fácil y divertida y la otra era exigente y aburrida. Ambas me enseñaron poco. A decir verdad, ninguna me enseñó algo.
Por horas fui atormentada con despiadadas hojas de música, caminando penosamente a través de las notas como si estuviera tropezando en una densa jungla. Mis dedos se rehusaban a hacer lo que yo deseaba: la música no sucedía. Mi profesora no se daba cuenta de nada y me ordenaba tocar con “expresión y belleza” ¡Oh! ¿solamente eso? Dónde diablos estaba la belleza de la que ella hablaba? Cómo podía escuchar yo la música que estaba tocando cuando solamente trataba de que mis dedos golpearan las notas correctas a tiempo.
Por otro lado, en la escuela, ¡yo era una estrella en las clases de música!
Podíamos bailar, palmear cualquier ritmo y aun cantar nuestras canciones favoritas. No se necesitaba partitura además de que todo era tan sencillo. Se trataba de dos clases de “Música”: una era fácil y divertida y la otra era exigente y aburrida. Ambas me enseñaron poco. A decir verdad, ninguna me enseñó algo.
Soy yo con mi madre.
En casa, mi mamá se esforzaba conmigo sin que fuera de mucha ayuda: ella no sabía las notas mejor que yo. Llegó un momento en el que ella tomó una hoja de papel y escribió toda la canción con los nombres en ruso para cada nota, marcando cada nota escrita con el número que correspondía a cada dedo con el que debía tocar. Después, inclinada por encima de mí, comparaba todos mis movimientos con sus anotaciones. Así, tropezábamos una con la otra como cachorros. El interés que se pueda tener en este tipo de educacion se extingue fácilmente. No recuerdo que este método me ayudara mucho, pero al menos le daba a mi mamá consuelo. El piano vino a representar un instrumento de tortura. Es un milagro que no odie la música.
A pesar de esto, conseguí terminar mi educación musical. Para entender como pude ser más astuta que el sistema y lograr finalizar la escuela de música básica, preparatoria y el conservatorio, siempre con excelentes calificaciones, uno debe conocer la antigua anécdota:
“- Señor, dígame cómo fue que logró ser millonario?
- ¡Oh, fue un largo y doloroso proceso! En una calle encontré que vendían manzanas por 10 centavos y en otra, por 30 centavos. Compraba las manzanas por un precio y las vendía por el otro, siempre guardando la diferencia.
- ¿Y después?
- Bueno, después mi acaudalado tío murió, dejándome su herencia.”
En casa, mi mamá se esforzaba conmigo sin que fuera de mucha ayuda: ella no sabía las notas mejor que yo. Llegó un momento en el que ella tomó una hoja de papel y escribió toda la canción con los nombres en ruso para cada nota, marcando cada nota escrita con el número que correspondía a cada dedo con el que debía tocar. Después, inclinada por encima de mí, comparaba todos mis movimientos con sus anotaciones. Así, tropezábamos una con la otra como cachorros. El interés que se pueda tener en este tipo de educacion se extingue fácilmente. No recuerdo que este método me ayudara mucho, pero al menos le daba a mi mamá consuelo. El piano vino a representar un instrumento de tortura. Es un milagro que no odie la música.
A pesar de esto, conseguí terminar mi educación musical. Para entender como pude ser más astuta que el sistema y lograr finalizar la escuela de música básica, preparatoria y el conservatorio, siempre con excelentes calificaciones, uno debe conocer la antigua anécdota:
“- Señor, dígame cómo fue que logró ser millonario?
- ¡Oh, fue un largo y doloroso proceso! En una calle encontré que vendían manzanas por 10 centavos y en otra, por 30 centavos. Compraba las manzanas por un precio y las vendía por el otro, siempre guardando la diferencia.
- ¿Y después?
- Bueno, después mi acaudalado tío murió, dejándome su herencia.”
Mi inesperada herencia me llegó como un milagro. En un momento me tocó el boleto dorado, el tono exacto, la habilidad natural para identificar las notas por su vibración tonal. Repentinamente supe cuál nota estaba escuchando, como si reconociera los colores que veía. ¡Era como recobrar la vista después de una vida a ciegas! Inesperadamente estaba provista de una llave y un hermoso mundo musical se abría ante mí. Podía escribir melodías que escuchaba sin una pausa. Y después de escribir una gran cantidad de canciones diferentes me di cuenta cómo se compone toda la música. ¡Resulta que todo en la música es en realidad simple y lógico! Lo que uno necesita es un punto de apoyo para ver esto y entenderlo. Empecé a tener pena por aquellos que continuaban pensando que la música seria es aburrida y complicada. En absoluto, quería demostrar a todos lo que la música es realmente, ver y querer aprender. Fue en ese momento que decidí ser profesora de música.
Mi profesor favorito en el piano -Valentina Filipovna (en mi última visita a Ucrania en 2008)
Al principio tuve más problema con esto que cualquier prodigio musical promedio. Me fui encontrando con toda una serie de obstáculos en la educación musical y los fui inspeccionando uno a uno con cuidado. Esto se convirtió en mi pasatiempo – una investigación de lo que enseña cómo enseñar. Después de saber de lo que yo era capaz acerca de enseñar y poniendo la teoría en la práctica, ya no podía creer en los métodos pedagógicos aceptados. Me di cuenta que sin pensar acerca de lo que hacemos, en solamente media hora podemos privar a un estudiante de su “llave para la música” para el resto de su vida. También, aunque encontráramos el modo de aligerar algo de la dificultad durante la lección, ¡no necesariamente significa que el estudiante será tan afortunado!
Al principio tuve más problema con esto que cualquier prodigio musical promedio. Me fui encontrando con toda una serie de obstáculos en la educación musical y los fui inspeccionando uno a uno con cuidado. Esto se convirtió en mi pasatiempo – una investigación de lo que enseña cómo enseñar. Después de saber de lo que yo era capaz acerca de enseñar y poniendo la teoría en la práctica, ya no podía creer en los métodos pedagógicos aceptados. Me di cuenta que sin pensar acerca de lo que hacemos, en solamente media hora podemos privar a un estudiante de su “llave para la música” para el resto de su vida. También, aunque encontráramos el modo de aligerar algo de la dificultad durante la lección, ¡no necesariamente significa que el estudiante será tan afortunado!
1980. Mis primeros discípulos.
Mi difícil niñez con la música me ayudó a encontrar las preguntas precisas. ¿Qué y cómo estamos enseñando y cuál es el resultado final de nuestros esfuerzos? Por qué enseñamos de una manera y no de otra diferente? Cómo es posible brindar a una persona tanto la habilidad de escuchar y la de tocar? Por supuesto que yo sabía perfectamente que no a todas las personas les cae del cielo un buen oído… ¡pero cualquiera puede aprender a tocar música! Esto significa que es necesario buscar diferentes “llaves”, una para cada persona.
Mi difícil niñez con la música me ayudó a encontrar las preguntas precisas. ¿Qué y cómo estamos enseñando y cuál es el resultado final de nuestros esfuerzos? Por qué enseñamos de una manera y no de otra diferente? Cómo es posible brindar a una persona tanto la habilidad de escuchar y la de tocar? Por supuesto que yo sabía perfectamente que no a todas las personas les cae del cielo un buen oído… ¡pero cualquiera puede aprender a tocar música! Esto significa que es necesario buscar diferentes “llaves”, una para cada persona.