a los contenidos página siguiente
Solamente la educación pública puede salvar la música.
Aquellos que no son “alfabetizados” musicalmente piensan que saben todo y no tienen nada por lo cual esforzarse. Pero entre más sabe y puede hacer una persona, más posibilidades descubre y lo más tentador es mejorar sus resultados. Si cada niño supiera leer notas con seguridad y tocar las teclas del piano, entonces más niños físicamente capaces, querrían estudiar otros instrumentos a diferencia de épocas pasadas en la historia de la educación musical.
Cada esfera de la actividad humana es como un árbol. Las raíces son el público en general, los especialistas son el tronco y los expertos son las ramas. Y más las raíces se extienden, más fuertes y magníficos se vuelven el tronco y la enramada. El Arte es la comunicación de los que dominan ese arte y el público. Cuando la audiencia está más educada, las creaciones de los expertos se sofistican y se elevan. ¡Es por esto que no hemos producido nuevos Beethovens ni Mozarts en siglos! Si solamente los músicos talentosos tuvieran un público educado, podrían pulir sus obras maestras con entusiasmo y llevar a la música a niveles superiores.
En el panorama actual, ellos se inclinan más a buscar un segundo trabajo para subsistir y alimentar a sus familias.
La alfabetización musical universal es el único modo posible para que la música florezca y se desarrolle como un arte. Nosotros los músicos no tenemos otra opción. ¡Ha llegado el momento de dejar nuestros miedos afuera acerca de la alfabetización musical y transmitirlos a todo el mundo!
Si queremos sobrevivir en el mundo actual y queremos que el arte de la música florezca, debemos hacer todo lo posible para enfrentar la analfabetización musical sistematizada. La salvación de la música ya no depende de nuestras magistrales ejecuciones, ni en nuevas obras maestras, películas interesantes y sabios artículos. La salvación de la música se puede encontrar en salones de clase de escuelas públicas, específicamente aquellos que contienen nuestros futuros conocedores y público, ejecutantes y directores de orquesta y cerca de ellos, futuros presidentes y senadores de los cuales depende el destino de la música.
Cada año que la educación musical no ayuda a los niños a realmente estudiar música, este arte se va más hacia la oscuridad. Solamente si se enseña a cantar y a tocar con notas puede una persona entender el valor de las creaciones de otros músicos. Y solamente ese tipo de persona puede darse cuenta de la importancia de la educación musical.