17.Los Problemas Fundamentales de la Pedagogía
He estado desarrollando una cierta hipótesis por varios años. Es muy lógica aunque no puede probarse con evidencia concreta. Es como sigue: El desarrollo del pensamiento musical estimuló el progreso general innovador de la humanidad. La revolución tecnológica del siglo XX no continuó el poderoso torrente de creatividad de los siglos XVIII y XIX por mera coincidencia. La alfabetización musical desarrolló los procesos de pensamiento musical general y éste a su vez definió un nuevo nivel de toma de conciencia científica y de ingeniería. ¡El lenguaje de la música es una abstracción del más alto nivel! La habilidad para memorizar trabajos musicales complicados también se vio reflejada en la esfera técnica. Los lenguajes de comunicación, tanto científico como musical, se desarrollaron simbióticamente justo como dos cuchillos afilándose el uno al otro, liberando chispas de potencial. Cada uno influenció al otro, creando un harmonioso equilibrio de lógica y sentimiento, tiempo y espacio, lo concreto y lo figurativo.
¿Qué fue primero, la música o el pensamiento creativo? ¿Cual emana del otro? Es difícil decirlo. Pero inicialmente hubo un enorme florecimiento del arte musical (Barroco, Clásico, Romántico, Moderno) y sólo después de eso vino la Revolución Industrial. Y ahora estamos alertados: El progreso tecnológico continúa prosperando hasta hoy, mientas que el arte musical está en depresión profunda. Si la música fue la fundación del trabajo creativo, la siguiente etapa es completamente lógica: el proceso del pensamiento humano sin el fortalecimiento del progreso musical se extinguirá. Y la persona que es privada de pensamiento creativo está condenada a decaer.
Los humanos llevamos cientos de miles de años en la tierra, pero no hemos alcanzado a desarrollar un lenguaje musical rico de una sola vez. Los primeros trabajos aparecieron antes de la literatura musical. Pasaron de una regla a otra y eran muy simples y no muy elaborados. La historia no ha preservado con exactitud ninguna melodía, saga o anotación que acompañaba las tragedias griegas. Desde la época anterior a la literatura musical, solamente se ha preservado el folklore – composiciones cortas, limitadas en volumen y planas en sustancia. Piensen, por ejemplo en la canción religiosa “Villancico de las Campanas”. Se trata de un canto folklórico, “Shchedryk” La melodía de cuatro notas fue compuesta simplemente por el gusto de la repetición, y así ha sobrevivido en los pueblos de Ucrania por siglos.
Debido a que no se podía escribir la música no fue posible preservar piezas más complejas con exactitud; fueron cambiando y se perdieron, como arena entre los dedos. La gente constantemente buscaba modos de guardar la notación musical. Intentaron todo tipo de líneas y símbolos. Los Griegos Antiguos usaron letras para escribir los sonidos de la música, los monjes rusos usaron nombres y ganchos, los monjes europeos usaron notación neumática, los cuales son signos individuales que representan diferentes sonidos. Sin embargo todos estos símbolos solamente daban una idea general de la melodía. No podían comunicar las notas exactas, la correlación precisa de la melodía, tampoco la melodía concreta de ritmos. Finalmente en el siglo X un monje benedictino llamado Guido d’Arezzo inventó un pentagrama de cuatro líneas donde colocaba las notaciones neumáticas y junto a ellas marcaba la duración de la nota.
¡Esta fue una verdadera revolución! Si no hubiera sido por esta genial invención, sinfonías, sonatas, operas y ballets no hubieran sido posibles. Solamente de esta manera nuestra conciencia está construida en la apariencia de un lenguaje escrito desde el cual puede desarrollarse. El lenguaje es la captura del pensamiento humano. Después de que una persona escribe una idea, puede examinarla, replantearla, completarla, desarrollarla y lo más importante, transmitirla a los demás.
La alfabetización es el punto focal para el desarrollo de cualquier idea. Cuando la pasamos oralmente prevalece una fuerza centrífuga; uno quiere preservar la fuente, la idea original. Escribir desarrolla la fuerza centrípeta, ayudando a mejorar el original y alcanzar nuevos resultados.
Habiendo aprendido a escribir música, la gente comenzó a estudiar y a desarrollar más allá el lenguaje. Las primeras escuelas se establecieron en monasterios e iglesias. Ahí se examinaron las mejores melodías, se trabajaron y meticulosamente se anotaron. Las composiciones musicales se fueron haciendo más complejas y mejoradas. Los descendientes leían musica de sus padres y añadían algo de ellos mismos. De esta manera, de los Cantos Gregorianos de los monjes, la música Europea llegó a las fugas de Bach, cantatas y misas, y después a las sonatas de Hadyn, Mozart y Beethoven.
El pensamiento musical avanzado no tiene nada que ver con las simples repetitivas melodías y es extraordinariamente dinámico en su propio desarrollo e imaginación. Trabajar con un lenguaje musical avanzado demanda un alto grado de intelecto. Uno necesita desarrollar memoria, mente creativa, concentración, habilidad de concentración en la propia atención, un equilibrio de las percepciones emocionales y abstractas, lógica desarrollada y un sentido de equilibrio entre los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo. Debido a esto la idea de que la revolución musical anunció la revolución tecnológica no me parece improbable.
La relación entre sociedad y música puede ser usada como un barómetro de su desarrollo intelectual. La habilidad de escuchar, comprender y apreciar música sinfónica o de ópera es una indicación de que el desarrollo intelectual de una persona ha alcanzado el nivel más alto, un equilibro inmaculado. Esto ocurrió durante la “Edad de Plata” de la cultura, durante la segunda mitad del siglo XIX. En ese tiempo, casi todos los países in Europa producían compositores genios. A partir de ese punto hasta ahora, su música ha sido la encarnación de la perfección, y aún ahora, nadie ha creado una nueva forma de música clásica. Y por supuesto, esto es difícilmente posible: actualmente la cultura musical está languideciendo frente a nuestros ojos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la popularidad de los géneros musicales serios fue descendiendo. La música clásica rápidamente fue sustituida por operetas, musicales y música de baile. En la actualidad, ha perdido su popularidad original. Compositores clásicos contemporáneos son raros y en general la base de oyentes no está familiarizada ni con Schnittke y Shinberg. En nuestros días, la música pop y el rock está en la mente de la mayoría, La música sinfónica al igual que la Ópera es para una reducida élite, cuyos círculos continúan reduciéndose. La música de las masas nos ha devuelto otra vez a la era pre-alfabetizada. La mayoría iletrada musicalmente solamente puede escuchar primitivas melodías, simples y obsesivamente repetitivas canciones. Y acerca de la letra que acompañan esas bandas sonoras - Es preferible ni mencionarlas.
Puedo proponer una prueba de la percepción de la música seria, indicativa de lo que queda de intelecto de la sociedad contemporánea. Inclusive las canciones de Los Beatles eran más avanzadas y refinadas que el pop y rock popular contemporáneo. Durante esos mismos años, desde el inicio de los 70’s hasta mediados de los 80’s algunas músicos intentaron elevar el rock al nivel de la ópera (Jesucristo Superestrella) y de la sinfonía (Pink Floy, King Crimson).
Las grabaciones de audio se han vuelto más accesibles que nunca, ahora que los reproductores digitales se han inventado. Cada persona puede escuchar cualquier música mientras maneja su automóvil o se transporta en bicicleta. La demanda por la alfabetización musical casi ha por completo desaparecido. La música popular continúa simplificándose y su patrón rítmico de 2-3 notas son en esencia prueba de un regreso a la era analfabeta. Entre más progresivos y complejos son los géneros de música, como sonatas y sinfonías, escritos al menos hace un siglo por un reducido círculos de estetas menos personas las comprenden.
Muchos están convencidos que la música pop contemporánea está en un nivel más alto que la música del pasado. Parece que su juicio se basa en la calidad de la grabación, habilidades de los instrumentos electrónicos y efectos de sonido. Pero aquí estamos hablando de música – no de su entorno técnico y acústico. Retiremos la envoltura electrónica de la mayoría de las canciones populares y veamos que hay adentro. Material absolutamente primitivo y carente de interés. ¿No me creen? Intenten tocar estas canciones en el piano. Especialmente las canciones de rap.
Con raras excepciones, la música popular es como las comics del domingo, donde el texto es simplemente un añadido para los dibujos. No ayuda al desarrollo del oído musical, no enriquece el espíritu, tampoco el crecimiento de la creatividad o el intelecto.
Nuestros hijos están creciendo con comics.