55.Mucho Ruido y Pocas Nueces: La búsqueda del Do de la Primera Octava
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¿Cómo se ve el teclado de un piano? Una vasta colección de teclas absolutamente idénticas. Y por lo menos las teclas negras, afortunadamente, son un poco asimétricas. El par de teclas negras en el centro del teclado son convenientes para orientarnos. A la izquierda de ellas está el Do de la primera octava. “Aquí, justo en el medio,” dice el profesor al alumno con una voz enigmática. “Justo hacia la izquierda de estas dos teclas negras está la nota Do.”
Déjenme asegurarles que hasta la más ingeniosa película de Disney acerca de dónde “vive” Do, no le dará al principiante la habilidad para encontrarlo de inmediato de entre las teclas. La superficie de teclas blancas, separadas en dieces de idénticas porciones es lo mismo que un campo nevado sin pisar en donde uno debe encontrar un ratón blanco. Para los adultos, es una simple cuestión de “dos” y “tres”, pero para un niño, es completamente diferente. El niño todavía no tiene las habilidades necesarias. Primero, necesita pasar la etapa de repetir en voz alta: “Uno, dos; uno, dos tres.” Después, debe entender la diferencia entre los números y aprender a atraparla con los ojos, al vuelo. Y solamente entonces, gradualmente, desarrollará la habilidad para contar mentalmente y entender la diferencia en las teclas en seguida.
A mis alumnos les lleva varias semanas de práctica comprender fácilmente cómo las teclas se agrupan en dos y tres. Yo recorto figuras de dinosaurios y caballos y les enseño que los dinosaurios pertenecen al grupo de teclas de tres y los caballos al grupo de teclas de dos. Los niños, a su vez, colocan las figuras arriba de los grupos de teclas; pero sin éstas, tienen problemas para responder rápidamente dónde están los grupos de dos y tres teclas.
Esto significa que aquí también, muchos de los profesores ignoran la progresión de la percepción. Ellos asumen que el alumno ya es capaz de contar rápidamente en su mente y que el teclado es ya un espacio familiar y estudiado para él. ¡Pero el niño no es un adulto! Esperar que un principiante domine el teclado completo con una ojeada de águila, y que agrupe rápidamente todas las teclas negras y blancas y que separe las octavas, es pensar ingenuamente. Si un niño se está concentrando en las teclas negras, entonces él no puede atender las teclas blancas. Y si se está concentrando en las teclas blancas, no está en condiciones de distinguir entre las teclas negras, dos aquí y tres allá. Pensemos en todos los espejos del coche. Un principiante de igual manera se confunde cuando se sienta enfrente de un océano de teclas. ¡Pero esto no es todo!
Veamos, Do se localiza a la izquierda de dos teclas negras que a su vez se encuentra en la mitad. Como ya lo he explicado, “hacia la izquierda” no significa mucho para un principiante. Esta palabra no dice mucho a un niño si no ha memorizado aún tácticamente. “En el centro” también es un misterio para él. Y así comienza el segundo acto del drama de “En Búsqueda del Do.” Que va más o menos así:
1. Buscando sin rumbo fijo uno u otro camino a lo largo de las teclas, los ojos tratan de separar dos
teclas de un montón de teclas negras y blancas. Por fin, se paran en un par de ellas. Parecen estar a la mitad, ¿no es así? El alumno duda, tratando de resolver qué tan cerca exactamente están de la mitad... calculando desde donde está sentado.
2. Ahora, una prueba de matemáticas. Dos o tres, ese es el dilema. Parece que es dos. ¡Hurra! Hemos encontrado el lugar que se nos indicó.
3. Pero cuál es la “izquierda?” Mmm… Parece que “derecha” es la mano con la que escribo, entonces “izquierda” es la opuesta. ¡Eso es!
4. Miremos las teclas: ¿Cuál está más cerca de la mano con la que no escribo? “Esa es izquierda.”
5. Desde esa tecla necesito trasladarme a la tecla blanca, otra vez a la izquierda. Aquí está. ¡Hurra! ¡La encontré! ¿Ahora qué?
Pues ahora, todo lo que queda por hacer es encontrar las demás notas de igual manera, una a la vez. ¡Así es como van las cosas cuando no se conoce el alfabeto musical! ¿Hurra?
Estas son las preguntas y confusiones que inocentemente vuelan alrededor cuando un alumno está aprendiendo sobre la nota Do. Parece muy distante de tocar fluidamente con dos manos, ¿verdad?