6.Clases de Música y Clases Sobre Música
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El hijo de una conocida compone canciones pop. Hace poco orgullosamente ella dijo: “¡No entendiendo cómo ha logrado ser tan buen compositor! ¡Nunca ha estudiando música y no puede leer ni una nota!” Otro conocido que es un disk jockey está completamente convencido que es un músico e interpreta como un director o un músico de concierto. Ambos han sido engañados por nuestro sistema de educación musical. No había nada cercano a la música, nada que los haya introducido al lenguaje de la música a lo que es llamado “lecciones de música” en la escuela. Desde los primeros tiempos, les hemos mentido a los niños, diciéndoles que “música” es cantar canciones, movimiento rítmico, tocar instrumentos ruidosos e historias sobre compositores. Y ahora, personas ingeniosas que pueden cantar algunas melodías, de repente se convierten en “grandes compositores”. Y los disk jockeys son considerados “grandes músicos.”
Querido lector, abordemos finalmente esta certeza: ¡el emperador no está vestido! El disk jockey no está haciendo música. Nombren las clases como gusten pero ¡por favor no las llamen “clases de música!”
Las clases de música deben enseñar al alumno:
• A leer con fluidez notas en la Clave de Sol y Clave de Fa al mismo tiempo
• A escribir dictados musicales
• A cantar en voz alta leyendo las anotaciones musicales
• A Tocar el piano con dos manos leyendo partituras
El resultado final de una educación musical adecuada es una mente orientada hacia la música: la habilidad no solamente de hacer música, sino escribirla y componerla. Así como una clase de Inglés enseña el idioma Inglés, de la misma manera una lección de música enseña el lenguaje de la música. Esto significa que uno debe ser capaz de expresar racionalmente sus propias ideas en este lenguaje de un modo gramaticalmente articulado.
En Estados Unidos los maestros privados son los que principalmente enseñan música a los principiantes. El Gobierno casi nunca los apoya o regula sus actividades. La responsabilidad sobre la calidad de las clases está sobre sus hombros. La selección de estudiantes es simplemente limitada: Los que pueden pagar son los que pueden aprender. Este grupo representa menos del 7% de todas las familias en el país. Y este número rápidamente decrece- la gente está cansada de los constantes problemas asociados a la educación musical. Muchos niños no llegan a aprender nada – sus padres no se encuentran en la posición financiera para pagarles clases. El sistema por completo los hace a un lado, inclusive a aquellos que son talentosos. De este modo estamos discriminando a nuestros niños y a la cultura musical de generaciones futuras.
En menos que circunstancias idóneas, aun los maestros de música, los profesionales, no están completamente educados. De acuerdo al censo del año 2000, los maestros de medio tiempo constituían el 40% del número total de pedagogos musicales. Su salario promedio es menor a $20,000 USD al año . Enseñar música a principiantes es una buena manera de ganar dinero: la carga de trabajo está a su máximo mientras que los frutos obtenidos están al mínimo. Los profesores se ven forzados a tomar un segundo trabajo para redondear sus ingresos, a menudo fuera de la esfera musical. Además de que los músicos tienen poco conocimiento de la metodología, psicología y pedagogía de la disciplina musical. Habiendo aprendido con los nombres alfabéticos de las notas, muchos educadores en los E.U. no pueden ni siquiera expresarse en Solfeo.
Todo esto es el resultado de la Educación Pública sobre música.
Clases sobre música incluyen todo lo que no puede enseñar el lenguaje de la música: cantar canciones, llevar el ritmo con las manos, tocar en orquestas ruidosas, conferencias sobre música y aprender varias reglas teóricas. Su meta es no enseñar, sino introducir y proveer de información general sobre música como un arte. Clases sobre música son impartidas en las escuelas de manera gratuita y pretenden atraer una grande porción del estudiantado. Si existe un pionero en la escuela, debe buscar y ensamblar una orquesta, ofreciendo una oportunidad opcional para aquellos que quieran aprender a tocar algún instrumento.
El salario de aquellos que enseñan sobre música no es muy alto pero un poco más estable en un promedio de $50,462 USD al año. Estos educadores son apoyados por el gobierno que les otorga vacaciones pagadas y otros privilegios relacionados al trabajo.
Se piensa que las clases sobre música alientan la apreciación por el arte de la música y despiertan el interés por aprender a leer y a tocar. Desafortunadamente esto solamente sucede con los más apasionados y brillantes maestros, cuyo número es pequeño. Las lecciones sobre música no añaden nada a la habilidad de nadie y seguramente no pueden despertar o inocular mucho de algo, excepto aburrición.
Estamos cayendo en picada en espirales resbaladizas. Son pocas las personas que pueden comprender realmente el lenguaje musical, son menos las que tienen interés en clases privadas y menos demanda hay de profesores. La “alfabetización” musical Institucionalizada, financiada en la forma de clases sobre música, gradualmente está exprimiendo a los verdaderos profesionales que son los únicos capaces de desarrollar el arte, fuera completamente de la disciplina. El círculo se está cerrando. Solamente hay una salida – una completa revisión de la educación musical. En el sector público, es esencial ofrecer clases de música y como suplemento, añadir clases sobre música.
Examinemos lo que está sucediendo actualmente en los salones de la mayoría de nuestras escuelas.