61.Una pequeña Revolución Ahora y Después es Siempre Algo Positivo
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Los niños pequeños aman la música y gravitan alrededor de ella. Quieren tocar instrumentos y no tienen miedo de hacerlo. Y ahora, ¡tenemos la maravillosa oportunidad de enseñarlos! Actualmente, esto puede hacerse desde casa, en la guardería, y en las escuelas. Es una realidad que la alfabetización musical puede y debe ser accesible para todos y especialmente para los niños. Por mucho tiempo hasta ahora, nuestras escuelas públicas han estado ocupadas con las necesidades básicas de nuestros niños, como las comidas y ejercicio físico. Pero ellos también necesitan una guía para crear y entender sus necesidades espirituales que son igual de importantes. Despues de todo, esto es lo que nos distingue de los animales. Leer y escribir notación musical puede convertirse en algo tan usual como leer libros, revistas y periódicos. Hacer música puede ser una actividad creativa popular: Más gente puede componer e interpretar. Y este lenguaje de socialización puede unir a la humanidad más profundamente.
Todo lo que se necesita para que esto suceda es una pequeña revolución. Debe suceder en la consciencia de los adultos. Eso es nosotros, los profesores de piano que estamos entre los niños y la música.
Nuestros hábitos tediosos y ambiciones de “hasta la última gota de sangre” luchan por su comodidad y continuidad. Y depende de nosotros examinar estos métodos. Cada profesor debería decidir para qué está trabajando: las habilidades reales de los niños o su reputación como un ser infaliblemente talentoso.
Cuando mis colegas observan el Gran Pentagrama vertical codificado por colores, algunas veces, se enfurecen. Para ellos, este método provisional es un terrible pecado; en la raíz, un asesino de todas sus presunciones acerca de lo que debería ser un proceso de educación apropiado. Yo simplemente les pregunto (y a ustedes, si tienen tiempo) de llevar a cabo un pequeño experimento con su propia percepción, para que así pueden entender la de los demás.
Tomen una hoja de papel y una pluma. Escojan una pequeña oración (como la que viene abajo) y escríbanla al ‘estilo japonés’ (de arriba abajo, de derecha a izquierda). Tomen nota del tiempo que les lleva hacerlo. Después, reescríbanla en el estilo usual (izquierda a derecha) y comparen el tiempo que les llevó.
¿Cuánto más tiempo te llevo escribir esta oración en el ‘estilo japonés’? Por supuesto, nadie nunca nos enseñó a hacer esto antes pero tal vez si hubiéramos practicado un poco…no obstante nadie ha enseñado con anterioridad al principiante a leer hojas de música.
Aun así, ¿Vale la pena practicarlo? Esta es la pregunta. Es posible aprender a caminar sobre las manos, pero ¿con qué fin? Pero insistir con las piernas y caminar como se debe, eso es realmente útil.
Al leer las notas mientras nos movemos en una dirección paralela junto con las teclas, el principiante rápidamente desarrolla su coordinación y técnica, y como resultado desarrolla su oído y voz.
El pentagrama musical adaptado especialmente para principiantes; en una versión simplificada y vertical, desarrolla la lectura al nivel de lengua extranjera. La rapidez de la lectura que se logra desde los primeros pasos, permite al oído percibir el sentido musical de la pieza entera. La voz, familiarizada con el alfabeto musical, es respaldada por los sonidos del piano y analiza con confianza el material que se lee. Todos los canales de la percepción del alumno se unifican en un colectivo y trabajan juntos para leer el texto.
Es claro cuando estas habilidades se hacen fuertes, el texto musical puede asumir su representación usual horizontal. La atención del alumno, ya libre de vigilar su coordinación, oído y voz, fácilmente lo resuelve y puede ocuparse de la notación música ya sin obstáculos.
Cuando comencé a utilizar el pentagrama musical vertical, varios padres de familia preocupados, continuamente me preguntaban si no era mejor que sus hijos aprendieran solamente con la hoja “normal” de música. Les preguntaba yo a ellos qué importancia tenía la forma de posicionar las notas al principio, si los niños podían leerlas. Y los niños seguían impecablemente las etapas de desarrollo.
“Tomando” el principio del texto musical, ellos por sí mismos, rotan las notas hacia su posición “normal” y después de hacer esto, no pierden ni un minuto en su velocidad de lectura. Recibiendo una guía y dominando el proceso, hasta un niño pequeño puede continuar esforzándose hacia adelante y no quedarse estancado.