64.Sumas Cortas o un Resumen de Otras Habilidades
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El lenguaje de la música es el modo de comunicación más universal de la tierra, y un rápido desarrollo de las habilidades musicales garantiza una cantidad de efectos secundarios. Estas incluyen pensamiento espacial, comprensión de la lógica del lenguaje, incremento de la concentración, percepción sistemática de lo recibido, filosofía musical y coordinación, y lo más importante, la habilidad de un desarrollo efectivo de otras habilidades. Cualquier persona con una preparación de este tipo podrá dominar todas las demás materias. Existe una vasta colección de material ahí afuera que examina el efecto de la música en el desarrollo detalladamente. “Teniendo a Mozart en Mente” de Gordon Shaw es un perfecto punto de partida para los que quieren saber más sobre esto.
Mientras tanto continúo comprobando que los pequeños que han aprendido gramática musical aprenden a leer y a escribir con gran rapidez. Estoy convencida de que vale la pena comenzar la educación musical mucho antes de aprender a leer y escribir.
Nuestra elección de instrumento es un piano electrónico conectado a una computadora a través de MIDI, que permite la interacción entre los dos. La lectura a primera vista cuando se presionan las teclas y emitir el sonido de la nota (solfeo) se desarrollan simultáneamente. Para que esto sea posible, tenemos una representación elemental del pentagrama musical y las etiquetas correspondientes para las teclas. Al mismo tiempo, cada una de estas habilidades puede trabajarse por separado lo que agilizará la familiarización con la notación musical.
Leer música debe desarrollarse en todas las direcciones posibles, en “altura” y “profundidad.” Aquí hay algunos de los mejores apoyos para esto:
1. Para una lectura fluida: el mejor material musical es el más básico en un pentagrama tradicional blanco y negro. Lo más simple es lo mejor, para que la coordinación no se vea excedida
2. Para desarrollar la coordinación: material de “practica” en un pentagrama musical simplificado con colores y formas.
3. Para perfeccionar la técnica de tocar: ejercicios especiales para la percepción visual, táctica y auditiva. Estos deben realizarse paralelamente a todo el demás trabajo.
Nadie está obligado a nacer con talento musical para hacer música. Mientras nos enseñan, debemos depender de las habilidades básicas de todas las personas: la habilidad de escuchar diferentes sonidos, distinguir diferentes colores y mover los dedos. Esto es absolutamente suficiente. Las habilidades de una persona no son talentos – estas pueden ser fácilmente desarrolladas. Un verdadero talento es el triunfo de un método de educación, no el talento de un “genio.” Y por supuesto, el elemento más importante en el método, es la progresión natural.
Una persona entre 1-5 a 80 años ha aprendido desde cero ¿En cuáles de sus habilidades nos podemos basar para comenzar una progresión gradual para leer con fluidez y tocar con ambas manos?
Hablando claramente palabras y silabas. Distinguiendo una imagen de otra. Diferenciando colores: rojo y azul, verde y café. Presionando una tecla con un dedo ¡Eso es todo! Un niño de dos años de edad tiene completo control de estas habilidades, Más que eso, ya en la cuna, era capaz de escuchar y recordar todo tipo de música.
La memoria del habla puede actuar como apoyo para familiarizarse con el alfabeto musical, las teclas y las notas. La diferenciación de las imágenes y colores une la pantalla a las teclas. Y la habilidad de presionar una nota engancha el ver, revisar, presionar, nombrar la nota, todo en uno. Esto es leer a primera vista. El niño al derivar sonidos concretos, enfatizados por sus referencias visuales y figurativas, puede fácilmente comprender el lenguaje de la música – el mismo lo hace. Las imágenes gradualmente cambian a los símbolos de las notas y a la vez su coordinación y su experiencia auditiva se desarrollan. Una persona se convierte en un músico educado tan naturalmente como una semilla se convierte en flor, sin coerción o dificultad.