21.¿La Era de la Música Tecnológica?
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La grabación de sonido ha producido una revolución en la vida musical de las personas; para escuchar música cuando uno quiera, ya no es necesario tocarla. Todo un ejército de cantantes, orquestas y artistas caben ahora en un bolsillo y uno puede decidir qué escuchar con solamente oprimir un botón. La habilidad para tocar instrumentos y especialmente tener el conocimiento de las notas, no significa hoy en día nada para el público en general. Músicos y cantantes llegan a los grandes escenarios sin saber absolutamente nada de la gramática musical – y se enorgullecen de ello.
Un nuevo estándar se ha establecido en la sociedad, representado en una canción de Chuck Barry: “Roll over, Beethoven ”, La gente no necesita ya músicos para escuchar música; únicamente seleccionan lo que quieren en una tienda de música o en línea. “Ustedes no quisieron enseñarnos y ahora podemos vivir sin ustedes” es la esencia de la situación presente entre la población y los músicos profesionales. La educación musical se apartó de la sociedad y ahora la sociedad la mira con el mayor desdén y apatía.
En musicología, nuevas tendencias han aparecido: dicen que la habilidad para escribir notación musical es un atributo innecesario del arte musical y muchos géneros contemporáneos (jazz, rock, folklore) simplemente no lo necesitan. Ellos llegan hasta afirmar que el conocimiento de la gramática musical es NEGATIVO para el desarrollo de los músicos de rock y pop. Además dicen que no sabiendo leer notas, protegen su propia originalidad. Y en realidad, los autores de música pop contemporánea lo hacen muy bien sin ningún conocimiento musical serio. Es completamente suficiente para los músicos trabajar solamente con su oído musical. Los aparatos electrónicos ofrecen la habilidad de manipular de forma ilimitada los sonidos, las computadoras permiten la reorganización de orquestas enteras y los programas de computación pueden traducir sonidos en notación musical sin la participación humana. Un músico ahora sólo necesita pensar una melodía, tocarla y organizar un acompañamiento sobre ella. Después el programa puede traducirla en una partitura, o más frecuentemente, simplemente grabarla y convertirla en una pista de audio.
Realmente estas nuevas posibilidades de la tecnología son sorprendentes. Pero las máquinas no pueden crear . La calidad de la música es un producto del más alto nivel del intelecto humano. Y como lo era antes y lo es ahora, lo mejor, las más interesantes composiciones musicales son creadas por aquellos con una educación musical más elevada. Esto es porque el dominio del lenguaje musical solamente se puede realizar a través de la alfabetización musical.
Atestiguando las experiencias de mis compatriotas ucranianos en Houston, Tx, me fue mostrado el destino del lenguaje verbal bajo las condiciones de inmigración. Los hijos de muchos de los inmigrantes podían solamente hablar en la lengua de sus padres, pero no podían leerla o escribirla. Estos niños rápidamente perdieron el Ucraniano y prefirieron pensar y hablar en Inglés. Su vocabulario pronto se redujo y se secó, como la piel de asno en la famosa novel de Balzac. Esto es normal – para que se desarrolle, un lenguaje debe ser nutrido por varias fuentes: libros, artículos, noticias, composiciones personales y cartas. Solamente leer y escribir puede desarrollar el vocabulario de cada persona y esto significa que el pensamiento creativo en el lenguaje es también requerido.
La habilidad de escribir música no es simplemente una tarea pragmática; es la máxima condición para el desarrollo del pensamiento musical y del intelecto. Uno puede traducir sonidos en notación musical con la ayuda de una máquina pero ésta nunca será capaz de ampliar su propio intelecto usando este método. De hecho, mientras que algunos músicos continúan analfabetos, su pensamiento musical patina en el lugar. Y mientras se queda varado en un lugar, el pensamiento se reduce inevitablemente al nivel de cacofonías rítmicas o primitivas, con aburridas repeticiones. Este es exactamente el nivel que ha sido por mucho tiempo demostrado por los DJ´s de los clubs y la mayoría de los grupos de rap y tecno.
Oyentes alimentados con este tipo de ‘música’ difícilmente optarán por algo más avanzado. Un mínimo de música y un máximo de ritmo son información no para el cerebro sino para los reflejos. Al igual que las danzas tribales, la ‘danza’ contemporánea se dirige al instinto primitivo y tiene más bien una influencia hipnótica. 120 percusiones por minuto y un ritmo de golpeteo entran sigilosamente en el subconsciente en un nivel exclusivamente psicológico.
La música es parte del mundo personal del oyente. Díganme qué tipo de música escuchan y les diré quiénes son. Cuando el verdadero pensamiento musical falta y la composición odiosa y monótonamente se repite en círculos, el oyente siente desesperación y cae en depresión. Es como si esta música justificara su discordia con el mundo. No es una coincidencia que este tipo de música sea un símbolo de intimidación y protesta. Puede provocar una creciente ola de energía y una tormenta de agresión, ultraje y tentación de devastación y autodestrucción.
Las formas primitivas de música no pueden en absoluto desarrollar el oído, memoria y percepción sin mencionar el gusto. Este abismo entre las masas de admiradores y los géneros serios musicales se extiende. La música culta se está aislando y volviendo más elitista, mientras que el lenguaje de la música va por el camino del latín, que solamente se utiliza en medicina y biología avanzadas.
Por supuesto, uno puede argumentar acerca de la evolución de la música. Es posible que la aleación de la tecnología y el intelecto musical causarán algún tipo de descubrimiento y nada más. Pero me refiero a lo que debimos haber llegado. Y ahora, la música profesional es como un árbol con muchas ramas pero sin raíces. Aún la relativamente simple música clásica melódica de la “Edad de Plata” tiene cada vez menos admiradores. Nuevos trabajos, al parecer, están aislados y condenados a la completa falta de comprensión de parte de las masas.
TRADICIÓN CONTRA PROGRESO
La música es un lenguaje y estudiar música es similar a aprender un idioma diferente. El aprendizaje se basa en simples leyes de percepción, memoria y el desarrollo de habilidades. A un ritmo gradual, con elementos de diversión y con una evaluación racional de los resultados, la persona se familiarizará con la música de una manera fácil y relajada. En contraste, si uno es incapaz de mantener sus ‘hábitos’ desarrollados, las leyes de la percepción y desarrollo mental, entonces poco puede lograrse en el estudio.